En el mundo de los eventos sostenibles, hay historias que inspiran por su autenticidad. Una de ellas es la de Manuel Cobos, fundador y CEO de Cobos Catering, una empresa jerezana que ha sabido reinventar el arte del catering con una mirada responsable hacia el entorno. En esta entrevista exclusiva, hablamos con Manuel sobre su trayectoria, su visión del futuro del sector MICE y las iniciativas sostenibles que le han llevado a obtener la certificación Eventsost. Una conversación imprescindible para quienes creen que la gastronomía también puede dejar una huella positiva en el planeta.
¿Cómo empezaste en el mundo del catering y la gastronomía? ¿Cuál era tu trayectoria profesional antes de fundar Cobos Catering?
Empecé muy pronto a trabajar con solo 15 años, fui compaginando los estudios por la noche mientras trabaja durante el día. A los 33 años me casé y ese fue el principio, hace hoy más de 33 años. Quise organizar mi propia boda, rompiendo todos los moldes en aquel tiempo, planifiqué una celebración tipo fiesta, donde la orquesta y las copas estaban desde un principio, y la comida se pasaba alternado bailes y risas, una boda al revés, donde el pasárselo bien era la única norma para todos los invitados. Seleccionamos los camareros, mi amigo José Luis que tenía un negocio de comidas preparadas me ayudó muchísimo, pescaíto frito, embutidos, quesos, aliños, marisquito, todo cocktail y muy fácil, pero a la vez muy buen producto de la tierra. Este fue mi primer evento.
¿Qué te motivó a emprender en este sector? ¿Recuerdas el momento o la experiencia que te hizo decir “voy a crear mi propia empresa”?
Tras venir de viajes de novios, todos mis amigos que habían experimentado el haber asistido a mi boda, querían una boda igual, y como el que no quiere la cosa, al año siguiente organicé con las mismas características casi 20 bodas, se empezó a comentar que había una persona que organizaba bodas muy diferentes, y así comenzó todo.
Al año siguiente me vine de la compañía en la que trabajaba y emprendí el negocio del Catering, poca experiencia en ese momento, pero muchas ganas de hacer cosas diferentes.
Desde que comenzaste hasta hoy, ¿cuáles han sido los aprendizajes más importantes?
El aprendizaje en este sector es la experiencia, todos los días aprendes algo nuevo, no todo está inventado. En un comienzo teníamos claro que queríamos hacer eventos corporativos, congresos, incentivos, convenciones… Entrar en este sector los primeros años nos costaba bastante, y decidimos crear conceptos nuevos, lo que a la postre le llamaríamos “Fiestas Temáticas”.
Este tipo de eventos fue lo que nos catapultó a ser un referente en España, como ejemplo, cenas monacales con camareros ataviados de franciscanos del siglo XVII y platos de monasterios de toda España, el esplendor nazarí con montajes de la época donde los árabes dominaban Al-Ándalus, y así hasta más de 80 tipos de fiestas tipificadas en todos estos años.
Quizás la más entrañable “Doña Carmen”, donde se trataba de imitar el ir a comer a casa de tu madre, donde señoras mayores nos daban de comer como si fuéramos sus hijos y hasta nos cantaban entre plato y plato, donde el vaso de Duralex era el protagonista así como cada plato era de un color y forma, el gazpachero con el cazo, la tabla de chacinas con su cuchillo, las cabecitas de ajo y el ramillete de tomate decoraban la mesa y que aparentaba que se había olvidado, la tortilla de patatas que me recordaba cada noche cuando llegaba de trabajar a casa de mis padres y como no podía ser de otra forma, el mantel de cuadros que teníamos en todas las casas de vecinos. Doña Carmen era mi madre y es un homenaje que siempre le daba cada vez que lo repetía.
¿Cómo ha cambiado el sector del catering en estos últimos años y cómo te has adaptado tú a esos cambios?
El catering en sí, está siempre en un cambio permanente, cada día se supera con nuevos restos, nuevas ideas, espectaculares decoraciones, puestas en escena que llegan a imitar desde películas de leyenda, como “Casablanca”, temática que recreamos en Marruecos para clientes españoles que lo visitan, a recrear un paseo por el tiempo por la Sevilla del siglo IX al XIX, visitando palacios que nos hacen revivir otros tiempos. La imaginación en los catering es la fuerza que hace que estemos cada día más en el candelero.
Como profesional del sector, ¿Qué consejo le darías a quienes están empezando en el sector de los eventos o el catering?
El sector de los eventos es increíble, mi pasión, si volviera a empezar no tendría la menor duda de volver a hacer lo mismo. Para dedicarse a los eventos y el catering hay que tener mucha continuidad, y sobre todo mucha actitud, no es un negocio fácil, cada día nos exigen mucho más, pero la satisfacción de hacer las cosas bien te recompensa.
¿Qué iniciativas de sostenibilidad habéis implementado en Cobos Catering?
En Cobos Catering integramos la sostenibilidad en cada paso de nuestro trabajo. Reducimos plásticos de un solo uso, gestionamos residuos de forma responsable y aprovechamos al máximo los alimentos. Trabajamos con productos locales y de temporada, optimizamos el consumo energético y formamos a nuestro equipo en buenas prácticas. Nuestro objetivo es ofrecer experiencias gastronómicas de calidad, con el menor impacto ambiental posible.
¿Qué crees que necesita mejorar el sector del catering (o MICE) en términos de sostenibilidad?
La sostenibilidad en el sector del catering y los eventos MICE no puede quedarse en pequeños gestos. Es hora de ir más allá: planificar sin desperdicio, elegir materiales responsables, medir el impacto real y trabajar con proveedores locales. Pero, sobre todo, es momento de construir una cultura compartida donde cada evento deje huella… solo en quienes lo viven, no en el planeta.
¿Cómo imaginas el futuro del catering en los próximos diez años?
Totalmente renovado, con grandes puestas en escena y cada día más espectacular en su desarrollo, lo que nunca cambiará será el producto, la materia prima de verdad, esta será siempre a clave del éxito. Después cada uno la interpretará como mejor lo sepa hacer. Predigo que las patatas con huevos fritos y jamón de bellota, será el futuro plato por excelencia de las mejores cenas de gala del futuro.
Tenemos que hacer realidad lo que imaginamos.